Cuidado y limpieza de tus binoculares

¿ Cuándo limpiar tus largavistas ?

Es cierto que de vez en cuando deberemos limpiar nuestros binoculares para eliminar restos de suciedad, polvo y otras sustancias que estropeen la vida útil de nuestro equipo. La frecuencia de limpieza depende del uso que demos a nuestros prismáticos. No es lo mismo usarlos para la observación astronómica montados sobre un trípode, que si los utilizamos en entornos más propensos a acumular suciedad como los entornos montañosos.

Siempre es conveniente cuidarlos, y prevenir que agentes externos nocivos estropeen la integridad del aparato. Siendo cuidadosos conseguiremos que tengamos que limpiar los binoculares lo menos posible.

Guardarlos en su estuche, colocar las tapas cuando no los usemos o mantenerlos a salvo de condiciones extremas como el sol directo, la humedad o el contacto con el agua salada, son pautas que no evitarán disgustos innecesarios.

¿ Cómo limpiar los prismáticos ?

A pesar de los cuidados que podamos tener con nuestros binoculares, llega el momento de limpiarlos. Vamos a ver paso a paso que metodología debemos utilizar para dejar nuestros prismáticos relucientes y no acabar dañando algunas de sus partes. Recordar que los largavistas son aparatos ópticos de gran precisión y de alta tecnología, cualquier paso en falso nos puede producir un daño importante en su funcionamiento.

Limpieza de las lentes de un binocular

Estamos ante la parte más critica de los prismáticos, las lentes son muy delicadas y cumplen la función más importante ya que son las encargadas de transmitir la luz hacia nosotros. Por eso te recomiendo que está tarea la realices con tranquilidad y pausa, tomándote todo el tiempo del mundo y un entorno de tranquilidad y sosiego.

Cuidado con los productos que apliques a tus cristales, sus tratamientos son muy delicados y cualquier líquido inapropiado podría causar daños fatales.

Mi recomendación es comprar un kit especial para limpieza de lentes, míralo como una inversión y no un gasto. Estos «packs» son bastante económicos y muy completos, su correcta utilización puede alargar la vida de tus largavistas muchos años.

Te dejo una selección de los más vendidos del mercado.

Ahora que tenemos el kit de limpieza, es hora de comenzar la limpieza de los largavistas.

• En primer lugar utilizaremos el soplador de aire por toda la superficie de la lente. Es importante resaltar lo peligroso que puede ser para nuestros cristales empezar a frotar sin antes quitar todos los elementos que puedan arañar el tratamiento de la lente, como la arena. Podríamos causar un daño irreparable.
• Se puede realizar este paso con un cepillo especial para limpieza de lentes, pero creo que la solución de la perilla de aire es más segura y efectiva. En todo caso es preferible aplicar el cepillo tras soplar el aire.
• El siguiente paso consiste en pasar suavemente y con delicadeza una gamuza de microfibra especial para cristales. Procura evitar el contacto con los dedos ya que siempre acaban dejando grasa en la superficie. Por supuesto debes ejercer la mínima presión y mover el paño en movimientos circulares lentamente.
• Si así y todo la suciedad no acaba de salir y notas que esta incrustada, utiliza una solución especifica para lentes con tratamiento. Nunca debes usar otro limpiador que no este indicado para esta función, esto es muy importante ya que acabarías dañando los cristales irremediablemente.
• Para acceder a la suciedad de los bordes y las rendijas se pueden utilizar los bastoncillos de los oídos impregnándolos levemente con las solución limpiadora. No se deben usar ni papel higiénico, ni papel de cocina, ni pañuelos de papel, solamente gamuzas de microfibra.
• La utilización del líquido de limpieza tiene que ser en pequeñas dosis, y repitiendo la operación con suavidad hasta que nos aseguremos de que las lentes estén limpias. En esta operación las prisas son malas consejeras, tómate tu tiempo.

Limpieza de la carcasa de los prismáticos

Después de limpiar la parte más delicada de nuestros binoculares vamos a darle un repaso al resto del equipo. El cuerpo de los prismáticos también acumula polvo, grasa y otras sustancias indeseables que tendremos que retirar.

En principio con un gamuza limpia, humedecida con agua templada nos valdrá. Iremos frotando con suavidad por todas las zonas de nuestro largavistas. No tiene que haber mayores problemas, pero evitemos mojar en exceso, utilizar el agua justa es recomendable. porque una pequeña grieta invisible puede filtrar liquido y producir una avería importante.

Conclusión

• Más vale prevenir que curar, utilizar los estuches, poner las tapas de protección cuando no los utilices, evitar el sol directo y el contacto con el agua, son consejos que ayudarán a que limpiemos nuestros prismáticos lo menos posible.
• Es preferible gastar un poco y comprar utensilios y limpiadores específicos para la limpieza de cristales tratados, que arrepentirnos luego por no haberlo comprado. Casi siempre lo barato sale caro.
• Cuando tengas todo lo necesario para realizar las tareas de limpieza hazlo con tranquilidad, sin prisas y con cariño. Tus prismáticos te lo agradecerán.
• Son unas pautas básicas que si las haces con sentido común disfrutarás de tus prismáticos durante un largo tiempo. Espero te haya ayudado esta pequeña guía.

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